Sectas

En sociología, antropología, ciencias políticas y (menos) en filosofía, se han escrito ingentes obras sobre las sectas. Pepe Rodr...

En sociología, antropología, ciencias políticas y (menos) en filosofía, se han escrito ingentes obras sobre las sectas. Pepe Rodríguez es uno de los investigadores sobre este fenómeno más conocidos, pero no el único. Normalmente se suelen tratar las sectas llamadas "destructivas", grupos organizados ideológicos, religiosos o no, que ejercitan (se dice) un continuo control mental sobre sus miembros, pero también de movimientos, vital, y monetario, llegando en casos muy extremos a separar a la gente de sus entornos familiares, a la confiscación ilegal de bienes y propiedades de sus miembros o, incluso, al suicidio en casos muy extremos. También suelen ser grupos que pueden practicar delitos como la estafa (la famosa secta brasileña "Pare de sufrir"), la pederastia (los "Niños de Dios"), el asesinato (el "Ku Klux Klan") o el suicidio (los "davidianos"). Pero el término "secta destructiva", aún teniendo su parte de verdad, puede resultar oscuro y confuso.

Esta es una nota breve en una humilde web, pero me limitaré a sugerir, como línea de investigación, el estudio de las sectas y los movimientos sectarios desde las coordenadas del materialismo filosófico, particularmente desde la teoría antropológica de las ceremonias y las instituciones y desde los ejes del espacio antropológico (circular, radial y angular) en tanto a las relaciones que sus miembros establezcan entre sí y con el resto de la realidad. Habría sectas circulares (como la Cienciología) cuyos miembros se relacionan entre sí a través también de objetos propios conformados para realizar las ceremonias individuales o colectivas de esta secta (los propios de la llamada "dianética", esa metodología que se inventó el fundador de la secta, L. Ron Hubbard, que supuestamente "curaba" todos los males). Estas serían la mayoría, sobre todo las derivadas de las religiones monoteístas mayoritarias. También habría sectas radiales, algunas camufladas como empresas (como Herbalife, empresa dedicada a la venta de suplementos nutricionales, supuestamente), y sectas angulares, particularmente las satánicas donde se adora a un numen muy claro, probablemente el más conocido de todos ellos: Satanás. Hay que tener en cuenta que los ejes del espacio antropológico están entretejidos en symploké, por lo que estos ejemplos que pongo pueden no encuadrarse del todo en cada uno de los ejes, y cada uno, y otros que no pongo, pueden tener elementos de dos o de los tres ejes del espacio antropológico a la vez.

Pero lo que chirría es la expresión "secta destructiva". ¿Qué destruyen? En todo caso, si se parte de la virtud ética de la fortaleza, conjugada con la firmeza y la generosidad, como fundamento de la ética materialista, lo que estas sectas "destruirán" será esta misma virtud ética de los sujetos corpóreos que las conforman. Pero no solo "destruirían" al sujeto hasta sus partes materiales, es decir, acabando con sus vidas mediante la inducción al suicidio, pues también pueden hacerlo, sin llegar a acabar con la vida del sujeto, mediante el "control mental" hacia la inducción a cometer otro tipo de delitos. En todo caso, la integridad psicológica de los miembros de toda secta se rompe completamente mediante la influencia que desde los vectores de poder descendente (los líderes de la secta) y ascendente (los "militantes" de la misma) ejercen entre sí en un sentido totalizador. Esto conlleva que hasta las llamadas "sectas no destructivas" (otro término también oscuro y confuso), "destruyan" las virtudes éticas de los sujetos que las integran. Esto da lugar a morales grupales discutibles, perversas, que espantan a la gente "normal" o que, simplemente, espantan a gente que tiene mayor fortaleza ética que los miembros de esas sectas. Cuando las relaciones éticas y morales perversas de las sectas chocan con la política, es cuando ésta, mediante la acción policial del poder ejecutivo conjugado con el judicial, entre otros, entra en acción mediante la persecución de sus miembros, la confiscación de los bienes de la secta e incluso su ilegalización y ejecución. La entrada del diccionario de Pelayo García Sierra, "La influencia causal y la estructura ontológica del mal" publicada en Izquierda Hispánica, puede dar mucha cuenta de cómo en las sectas el llamado "mal intrínseco" está completamente ejercitado, pues en las sectas las prolepsis operatorias de unos sujetos envuelven a las de otros, retroalimentándose esas "manipulaciones" de unos sujetos a otros, del líder de la secta al resto, y todos entre sí, pervirtiendo normas morales y éticas básicas chocando con la sociedad política misma. Las sectas son instituciones del espacio antropológico conformadas y estructuradas de tal manera que las operaciones de sus sujetos envuelven a las del resto de sujetos que integran esas sectas, y recíprocamente, hasta el punto de volverse todos ellos individuos flotantes cuyos planes y programas vitales, tanto individuales como colectivos, flotan (o se "hunden") en el agua de los planes y programas de la sociedad política donde estas sectas funcionan, chocando inevitablemente con esos planes de la sociedad política, la cual habrá de tomar cartas en el asunto para asegurar su eutaxia y tratar de "salvar", bien por castigo o bien por re-educación (bien por una combinación de re-educación y castigo), a los sujetos que las integraban, los cuales, incluso pueden presentarse como salvíficos de la misma sociedad que los persigue.

Ya Izquierda Hispánica escribió sobre las sectas, políticas o "apolíticas", tiempo atrás. Pero es un tema que necesita seguir siendo tratado desde el materialismo filosófico. Para concluir el artículo, me limitaré a relatar las características que, según el sociólogo Bryan Wilson (en Sociología de las Sectas, Editorial Guadarrama, Madrid 1970), serían las que mejor definen lo que es una secta. Pueden darse todas o solo una buena parte de ellas. Si usted está leyendo esto, y puede identificar la mayor parte de estas características en algún grupo o institución social de la que usted forme parte, y se lo haya indicado algún ser querido, familiar o amigo, preocupado por sus últimas derivas personales y emocionales, quizás sea el momento indicado para replantearse con qué clase de personas está interactuando y para qué. Características de las sectas (vale para las "destructivas" y las "no destructivas"):

La asociación es voluntaria, aunque puede ser inducida o fomentada.
La afiliación puede presuponer cierta exigencia personal comprobada o sometida a examen por las autoridades, formalizadas o no, del grupo.
Puede existir una presunción de exclusividad, por lo que se sanciona con la expulsión a los que contravienen a la doctrina, los preceptos morales u organizativos del grupo.
Puede existir una pequeña elite de personas a las que se les asigne un conocimiento o habilidades especiales que los distingan del resto de miembros.
En el grupo existe una aspiración a la "perfección personal", cualquiera que sea el modo en que esta "perfección personal" se conciba (ética, moral, ideológica, formativa, espiritual, filosófica).
Si es una secta religiosa, habrá una afirmación real del sacerdocio de todos los creyentes. Esto es, todos los miembros de la secta serán "espíritus puros" y "predicadores de la fe" solo por el mero hecho de ser miembros de la secta. Estas características pueden también darse en grupos sectarios no religiosos en sentido metafísico.
La secta puede basarse en una participación laica. Puede haber sectas presuntamente racionalistas, agnósticas o ateas.
Existe la posibilidad de que los miembros de la secta expresen voluntariamente su compromiso con el grupo, tanto en privado como en público. Esto va desde la agitprop de la secta en diversos medios hasta la reducción de los temas de conversación a solo lo que en la secta se trate.
Tienen textos, discursos o actos que sirven de dogma de fe indiscutible que sirve de ortograma (leit motiv) que engrana su funcionamiento, vida y acciones.
La secta puede mostrar indiferencia frente a la sociedad política (o frente a la llamada "sociedad civil"). Incluso en los grupos "salvíficos" de la sociedad, se da esta característica. La utilización de un lenguaje propio en el cual no pueden entrar los "no iniciados" es una característica de estos grupos. Se podría decir que esta última característica es la del gnosticismo.